La llegada de los occidentales supuso un brusco cambio en la organización política de muchas sociedades asiáticas. En primer lugar, los colonizadores extranjeros no llegaron en masa a estos territorios, sino que, en la mayoría de los casos utilizaron su poderío militar para disuadir a las élites nativas, forzándolas a pactar con el invasor. Esta estrategia resultó muy apropiada en Asia, debido a la lejanía que separaba a las colonias asiáticas con las metrópolis europeas. De este modo, haciendo alarde de una gran diplomacia, los europeos fueron sustituyendo a las tradicionales élites políticas asiáticas del antiguo reino de Indochina por gobernadores oriundos del viejo continente. Un sistema piramidal en el que la población autóctona fue discriminada y considerada inferior por el invasor europeo. Con estas circunstancias se están incubando las condiciones para la futura guerra de Indochina.
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ANTIGUO REINO DE INDOCHINA
Los orígenes del antiguo reino de Indochina se rastrean durante la Edad del Bronce (en torno al 2000 a. C.) donde ya se forma el primer estado en la región denominado Van Lang con una civilización muy desarrollada. Sin embargo desde tiempos muy remotos Indochina ha sido una tierra donde se han asentado constantes corrientes migratorias provenientes de la India o China. Serían los chinos los que fundarían el primer reino en la zona de Vietnam.
Annam
Más tarde los mongoles invadieron la zona norte del actual Vietnam procedentes de China. Durante 30 años estuvieron combatiendo por el territorio sin poder lograr una conquista clara. No obstante fueron progresivamente ocupando el sur hasta establecerse en el norte de Annam, fundando el Imperio annamita. Sería durante la dinastía Tran (siglos XIII al XIV) cuando fueron definitivamente expulsados.
Tras la retirada mongola volvió de nuevo la dinastía china que gobernó el Imperio annamita cuya capital fue administrada por los diferentes gobernadores chinos enviados por su rey.
Reino de Indochina: visicitudes históricas
El reino de Indochina ha pasado por numerosos procesos históricos: en el 1407 los chinos son expulsados por el rey Lé Loi que fundará el reino de Dai Viet, conquistando la mayor parte del reino de Champa, que forma parte de la Conchinchina, y Saigón. Más tarde los Nguyen toman el relevo y su dominio se extiende al sur de Dai Viet, extendiéndose por toda la Conchinchina.
Durante el siglo XVI españoles y portugueses fueron los primeros en tocar tierras indochinas, y un siglo más tarde arribaron los primeros misioneros católicos.
En 1771 la dinastía Nguyen es derrocada por un levantamiento campesino, sin embargo en 1789 volverá a tomar el poder. Bajo el reinado de Nguyen Anh se conquista Saigón, Hué y Hanoi, fundando el Imperio de Vietnam. Se declara emperador y lleva a cabo una política unitaria y absolutista que rechaza cualquier presencia extranjera. Es en estos momentos cuando Francia comienza a dejarse ver en la región.
ORÍGENES DEL CONFLICTO
Al hilo de todo esto, la llegada de los franceses a tierras asiáticas es muy significativa. El Imperio francés conquistó una serie de antiguos reinos a los que denominó “Indochina”, haciendo referencia a la magnífica situación estratégica de dichos territorios. Unos enclaves bien posicionados a la hora de comerciar con los grandes mercados de India y de China. La denominación como “Indochina” ya nos aporta mucha información sobre la consideración que los europeos tenían de aquellos exóticos territorios del Lejano Oriente. Un término con tintes eurocéntricos y que solo hace referencia a la situación estratégica de dichos reinos, olvidando las formas de vida ancestrales de los que habitaban aquellas tierras. No obstante, el interés francés sobre Indochina no se debía solo a las posibilidades comerciales con China o la India, sino a la importante cantidad de recursos existentes en lo que hoy conocemos como Vietnam, Laos y Camboya. Durante casi un siglo, los franceses se dedicaron a expoliar dichos recursos y a introducir su cultura “superior” entre los habitantes de Indochina.
Hasta la Primera Guerra Mundial, Francia estableció en Indochina una serie de protectorados cuyo objetivo era controlar un territorio de dimensiones similares a los de la propia metrópoli. En ellos estableció guarniciones militares y pequeñas misiones evangélicas que cambiaron el modo de vida de la población autóctona, sobre todo en las ciudades. En el ámbito rural, predominante en casi todo el territorio, la población estuvo muy alejada de la cultura occidental, continuando un modo de vida casi ancestral. Sin embargo, la misma cultura que los franceses llevaron a las ciudades de Indochina hizo que, tras la Primera Guerra Mundial, surgieran en estos territorios los primeros movimientos nacionalistas en contra de la ocupación francesa. Estos movimientos, que aún eran muy minoritarios, pondrán en jaque la legitimidad del gobierno colonial francés.
La Segunda Guerra Mundial
La llegada de la Segunda Guerra Mundial cambió todo el panorama político y social de la región. La invasión de Francia y la creación del régimen títere de Vichy a manos de los alemanes en 1940, dio un nuevo rumbo a la política colonial francesa en Indochina. De hecho, la débil Francia de Vichy tuvo la obligación de permitir la entrada de tropas japonesas en los territorios de Indochina en septiembre de aquel mismo año. Los japoneses aprovecharon la oportunidad para invadir todo la región y utilizaron a la administración colonial francesa para controlar la situación. Un imperio que engulle a otro mientras los campesinos vietnamitas apenas daban crédito por lo ocurrido. Y es que, la invasión japonesa va a provocar una grave crisis de las autoridades coloniales francesas y la eclosión de múltiples movimientos por la independencia por toda la geografía asiática.
En Indochina, el líder del Partido Comunista Indochino (P.C.I.) convocó a sus seguidores para crear un frente por la independencia de la Indochina. Este individuo, llamado Nguyen Ai Quoc, volvió a su país en 1941 tras veinte años ausente. Más conocido como Ho Chi Minh, el líder comunista se encargó de recabar apoyos y financiación para crear una fuerza guerrillera que pusiese fin a la ocupación japonesa y también, por qué no, expulsase a los franceses del territorio. Esta organización independentista recibió el nombre de Viet Nam Doc Lap Dong Minh Hoi o “Viet Minh” (“Liga para la independencia del Vietnam”). Dicha organización basó su estrategia en realizar ataques puntuales a las fuerzas de ocupación japonesas y, sobre todo, a las autoridades coloniales mediante acciones guerrilleras. Una lucha meramente testimonial debido a la escasez de armas y recursos con la que contaba el Viet Minh durante la guerra. Sin embargo, la determinación de Ho Chi Minh y de sus seguidores era firme. Deseaban expulsar a los japoneses a toda costa y para ello contaron con la ayuda de la O.S.S. estadounidense (Office of Strategic Services).
En 1945 se producirá el conocido desenlace de la Segunda Guerra Mundial. La derrota de los japoneses a manos de los Estados Unidos provoca que la ocupación japonesa llegue a su fin en Indochina. Aprovechando el breve interregno que resulta de la euforia colectiva tras la victoria, Ho Chi Minh y sus partidarios del Viet Minh tomaron el control del país y declararon la Independencia de Vietnam el 2 de Septiembre de 1945. Un hecho de trascendental importancia para entender los sucesos que se desencadenaron posteriormente.
En un alarde de inteligencia, Ho Chi Minh se dirigió a sus seguidores citando la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Un hecho simbólico cuya finalidad era contar con el apoyo estadounidense a la hora de expulsar a los franceses del país. Aunque la Oficina de Servicios Estratégicos estadounidense ayudó al Viet Minh a luchar contra la ocupación japonesa durante la guerra, el gobierno norteamericano no veía con buenos ojos la instauración de un régimen socialista en Indochina. Y sobre todo ahora que la Guerra Fría iba tomando forma y abría un enorme abismo ideológico entre comunismo y liberalismo. Por este motivo, los Estados Unidos se encontraron ante un curioso dilema: o apoyar el colonialismo de los franceses en Indochina o aceptar la creación de un estado socialista en Vietnam. Un conflicto entre las dos grandes políticas que pretendían llevar a cabo los norteamericanos tras la Segunda Guerra Mundial: descolonizar y luchar contra el comunismo.
El apoyo norteamericano a Francia
Finalmente y, sin dar demasiada importancia a las palabras de Ho Chi Minh, los Estados Unidos de Norteamérica se decantaron por ayudar a la administración colonial francesa en su regreso a Indochina. Ho Chi Minh, en calidad de líder rebelde, se trasladó a París para intentar negociar una independencia pactada con Francia. Lo que no sabía es que los Estados Unidos habían firmado con Francia una serie de acuerdos secretos para garantizar la continuidad de la colonia y evitar que Indochina “cayese en manos” del comunismo. El destino, tan caprichoso, querrá que más adelante la potencia americana termine involucrándose en Vietnam de tal forma que terminó removiendo los cimientos de su sociedad. La Guerra de Vietnam terminaría siendo el último acto de una larga y sangrienta guerra por la independencia vietnamita.
Este nuevo panorama político indignó enormemente a los independentistas vietnamitas, los cuales empezaron a gozar de cierto apoyo social en el norte del país. El Viet Minh volvió a las hostilidades y Francia se vio obligada a utilizar todo su potencial militar disponible para dispersar a las guerrillas vietnamitas. Y es que, al contrario que otras regiones de Asia como la India o Indonesia, al pueblo de Vietnam se le privó del acceso a la independencia, postergando un conflicto colonial que iba a ser muy doloroso para ocupantes y ocupados.
LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE INDOCHINA
A finales de 1945, los franceses regresaron a Saigón y negociaron con el Viet Minh para poder entrar en Hanoi. Los franceses estaban apoyados por fuerzas de la China nacionalista de Chiang Kai-shek y por tropas aliadas británicas acantonadas en el sur de Vietnam. Este apoyo fue decisivo para las exigencias de la metrópoli, que se fue desentendiendo paulatinamente de las reclamaciones independentistas que el Viet Minh vertía sobre el territorio vietnamita. Los franceses, siguiendo el ejemplo del Reino Unido, pretendían crear una suerte de “Commonwealth francesa” denominada Unión Francesa. El tiempo de los viejos colonialismos parecía haber terminado con la Segunda Guerra Mundial y las autoridades franco-británicas se dieron cuenta de ello de inmediato. Por este motivo, se produjeron algunas negociaciones entre los independentistas vietnamitas y las autoridades francesas para establecer un nuevo marco político para Vietnam. Las negociaciones resultaron ser un fracaso y el Viet Minh retomó de nuevo las hostilidades. En Laos y Camboya (protectorados franceses en los que la presencia de la metrópoli era menor), los jeméres libres camboyanos y el Pathet Lao dirigieron la resistencia contra los franceses por su cuenta.
Primeras fases del conflicto
El primer suceso de referencia se produjo en Noviembre de 1946, cuando los franceses desplegaron a sus fuerzas navales del Golfo de Tonkin y utilizaron la aviación para atacar a los rebeldes del Viet Minh en Haiphong, principal puerto del norte de Vietnam. A pesar de estar debilitados por la Segunda Guerra Mundial, los franceses lograron adueñarse rápidamente de las principales posiciones rebeldes y obligaron al Viet Minh a retirarse a las montañas del norte del país. Francia envió a 15 000 efectivos a aquella zona de difícil acceso para capturar a Ho Chi Minh y al resto de la cúpula militar de los independentistas vietnamitas. A pesar de ello, los vietnamitas lograron ocultarse en los bosques, evitando la confrontación directa.
Protegidos por las montañas y la selva vietnamita, la cúpula del Viet Minh pensó en establecer una estrategia guerrillera que fuese más allá de las simples emboscadas. Se trataba de erigir un frente político y militar que debilitase la influencia de los franceses por medio de una larga guerra de desgaste. El único modo, según el estratega Vo Nguyen Giap, de poder hacerle frente al adiestrado ejército francés.
Durante los primeros años del conflicto, las guerrillas vietnamitas se limitaron a atacar pequeñas guarniciones francesas con el fin de llevar a Francia a la mesa de negociaciones. Pese a esto, las autoridades francesas tenían la convicción de acabar el conflicto en pocos meses utilizando el moderno material militar que, por otra parte, les estaba concediendo el gobierno estadounidense. En 1947, la posición del ejército vietnamita rebelde se fue robusteciendo en el norte del país. En diciembre, el ejército francés llevó a cabo un ambicioso ataque en las montañas del norte de Hanoi. El Alto Mando francés tenía indicios de que en esta zona se hallaba el cuartel general del Viet Minh, por lo que se apresuraron en atacar estas posiciones con el objetivo de finalizar la persistente resistencia guerrillera en sus colonias. Sin embargo, dicha ofensiva resultó infructuosa ya que las guerrillas vietnamitas lograron refugiarse de nuevo en la jungla y hostigar a su enemigo forzándolo a retirarse. Este conflicto tan incómodo llegó a un punto muerto en los años siguientes. Ni Francia era capaz de someter a los escurridizos rebeldes de Ho, ni el Viet Minh gozaba de suficiente apoyo social como para expulsar a los franceses del territorio. Ni siquiera para forzarlos a negociar. Finalmente y ante el acoso francés, el general rebelde Vo Nguyen Giap decidió dispersar a sus hombres por amplias zonas rurales para recomponer sus fuerzas en China y resguardarse de los ataques franceses.
La reistencia del Viet Minh
A comienzos de 1949, los franceses parecían ganar la guerra a ojos del mundo. Sin embargo, las bolsas de resistencia en el sur y, sobre todo, en el norte de Vietnam seguían siendo muy significativas. A esto hay que sumar un hecho de trascendental importancia que tuvo lugar en 1949: la victoria de Mao Zedong frente a los nacionalistas chinos de Chiang Kai-shek. Aunque no debemos exagerar su importancia con respecto al conflicto vietnamita, la victoria de los comunistas chinos ofrecía un sinfín de posibilidades a los independentistas del Viet Minh. Aunque las relaciones con China nunca habían sido especialmente buenas, Ho Chi Minh compartía la idea maoísta de instaurar una cultura nacional, científica y popular en Vietnam. Las simpatías hacia la lucha de los vietnamitas se hicieron patentes y la República Popular pronto concedió armas y apoyo logístico a los rebeldes del Viet Minh. Mientras tanto, los franceses reclamaron el apoyo prometido por Estados Unidos a la hora de abordar el conflicto. De hecho, la Administración Truman sufragó buena parte del esfuerzo bélico francés en la Indochina, sobre todo, en los años finales del conflicto (Presidencia de Eisenhower).
LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
Con la llegada del año 1950 la guerra comienza a adquirir una nueva dimensión como consecuencia de la intensificación de la Guerra Fría. Esto se tradujo en ayuda militar a uno y a otro bando, lo que provocó un ascenso en la escalada bélica. De todas formas, no hay que olvidar que en este mismo año Washington y Moscú centraban su atención en Corea, por lo que el conflicto indochino pasó algo desapercibido para el Kremlim y para el Despacho Oval.
En este nuevo periodo, la situación de los franceses se vio agravada por los acontecimientos ocurridos en Laos y Camboya. Y es que, a pesar de su escasa población, ambos protectorados aprovecharon la nueva situación de guerra para maniobrar hábilmente y forzar a los franceses a negociar. Tuvieron que reconocer la independencia de Camboya, dentro del marco de la Unión Francesa, el 8 de noviembre de 1949. Laos adquirió el mismo status en 1950, aunque gran parte de los rebeldes laosianos continuaron la lucha anti-francesa por no haber obtenido una independencia definitiva.
En consecuencia, vemos como la posición de los franceses se debilita por momentos y que esta situación es aprovechada por los independentistas de toda la Indochina. Efectivamente, el Viet Minh comenzó a coordinar ataques con otros grupos insurgentes de Indochina, sobre todo con los jemeres libres de Camboya.
La victoria de Cao Bang y la Operación Lorena
En este año de 1950 vemos como el conflicto entra en una nueva y definitiva etapa. Las armas pesadas que los comunistas chinos cedieron al Viet Minh dieron lugar a un cambio en las tácticas guerrilleras de los vietnamitas rebeldes. Y es que, Vo Nguyen Giap transformó sus guerrillas en un auténtico ejército convencional. Un Viet Minh más numeroso y mejor adiestrado que dará un golpe de efecto con la espectacular victoria de Cao Bang, ocurrida en octubre de 1950. A pesar de esto, si los independentistas del Viet Minh no lograban hacerse con el control total de Vietnam era por una sencilla razón: los franceses, inferiores en número y cada vez más desconcertados, contaban con el apoyo de algunos sectores nacionalistas del país, que no dudaron en apoyar a la legión extranjera francesa en su lucha contra los “malvados comunistas del Viet Minh».
A comienzos del año 1951, París sacó un as de su manga y envió al General Tassigny al frente de batalla. Este estratega puso en marcha un nuevo plan defensivo para recuperar terreno al Viet Minh, sobre todo en la importante ruta que separaba Hanoi del puerto de Haiphong. Por otra parte, sus tácticas de “guerra moderna” (primeras bombas de napalm utilizadas en el campo de batalla) dispersaron al aterrorizado ejército rebelde por la selva, dando a las autoridades francesas unos meses de alivio para reorganizar sus posiciones. Recuperado su aliento, Francia estimó oportuno enviar 30 000 de sus hombres al frente en lo que se denominó “Operación Lorena”. Un ambicioso plan militar en el que se utilizaría la más avanzada tecnología (divisiones de blindados, unidades aerotransportadas, etc.) y que buscó el combate abierto con el general Giap. Sin embargo, el ejército rebelde volvió nuevamente a sus tácticas guerrilleras para evitar una confrontación abierta que hubiera sido decisiva en el transcurso de la guerra. Los franceses persiguieron a Giap unos 150 kilómetros, pero solo obtuvieron algunos depósitos de municiones vietnamitas incautados al Viet Minh.
El imperio colonial francés se desmorona
Si el ascenso de los comunistas en China dio un giro en los acontecimientos de la Guerra de Indochina, los graves disturbios vividos en la colonia francesa de Argelia en 1952 no fueron para menos. La inestable Cuarta República Francesa se mostraba incapaz de afrontar tantos conflictos a la vez, por lo que su interés respecto a la lejana colonia de Indochina decayó significativamente. Era evidente que había que pensar en el futuro de la colonia dialogando con los independentistas. De todos modos, los franceses se mostraban reacios a dejarse vencer por los famélicos soldados del ejército de Giap. La guerra adquirió un matiz de orgullo y las autoridades coloniales consideraron prioritario establecer una red de fortificaciones sobre el delta del Río Rojo. De esta forma, el Viet Minh quedaría aislado en la selva y los franceses no tendrían demasiadas bajas entre sus efectivos. Esta nueva estrategia se denominó “Operación Castor” y fue idea del nuevo comandante en jefe francés Henri Navarre. A finales del año 1952, la fortaleza de Na San (cercana a la ciudad de Hanoi) demostró gran efectividad a la hora de repeler una ofensiva del General Giap. Por ese motivo, se decidió establecer una gran posición defensiva en el paso de Diem Bien Phu, un valle de fácil defensa y rodeado de vías de comunicación para asegurar el abastecimiento. Un lugar que parecía idóneo para el establecimiento del grueso del ejército francés a la hora de defender la zona norte de Vietnam.
EL FIN DE LA COLONIA FRANCESA
A mediados del año 1953, los ingenieros franceses reconstruyeron una vieja pista de aterrizaje existente en el valle de Diem Bien Phu. A partir de ese momento, fuerzas paracaidistas y soldados regulares franceses tomaron el enclave y se dispusieron a fortificarlo. A pesar de la fácil defensa que presentaba, algunos comandos del Viet Minh atacaron la posición francesa mientras aún estaba construyéndose. Los mandos franceses no dieron importancia a estas pequeñas acometidas y consideraron que, una vez terminada, la fortaleza sería inexpugnable para esa “banda de desarrapados” que era el Viet Minh. Esta creencia les llevó a concentrar a una enorme cantidad de soldados de élite franceses en la base fortificada. A comienzos de 1954, casi 20 000 efectivos del ejército francés se encontraban operativos en la fortificación de Diem Bien Phu.
La batalla de Diem Bien Phu
A principios del mes de marzo de aquel mismo año, un numerosísimo ejército vietnamita atacó con artillería las defensas de Diem Bien Phu. En un alarde de valentía y de ingenio, los rebeldes habían logrado transportar su armamento pesado a través de las montañas para situarlo en las inmediaciones de la fortaleza francesa. Este hecho sorprendió de lleno a los legionarios, que vieron como 50 000 hombres rodeaban el valle y acorralaban a las fuerzas francesas por completo. Las noticias de lo ocurrido llegaron pronto a París. El gobierno francés intentó ganar tiempo y buscó apoyos desesperadamente. Veía con pavor como 19 000 de sus mejores soldados se encontraban rodeados por el enemigo, por lo que intentaron solucionar la situación por vía diplomática (Conferencia de Ginebra). Finalmente, y tras una intensa batalla, las fuerzas francesas se rindieron el 7 de mayo de 1954. Una victoria que supuso un verdadero golpe mediático en el país galo y que dio inicio al fin de la ocupación francesa de Indochina.
Poco después de la inesperada victoria de las fuerzas del Viet Minh en Diem Bien Phu, franceses y vietnamitas se sentaron en la mesa de negociaciones para decidir el futuro de la colonia. Estados Unidos, en calidad de “observador”, aconsejó la división de Vietnam en dos territorios, los cuales podrían reunificarse mediante referéndum en 1956. Y así fue.
El 9 de octubre, los franceses se retiraron definitivamente de Indochina, dejando al Viet Minh el control político de su principal área de influencia durante la guerra: el norte de Vietnam. Aquel mismo día, el aclamado líder Ho Chi Minh regresará de la clandestinidad y proclamará en Hanoi la creación de la República Democrática de Vietnam en un acto multitudinario. Mientras tanto, el sur quedaría a manos de un antiguo títere de los franceses, el emperador Bao Dai, quien no tuvo suficiente apoyo político para mantenerse en el poder por mucho tiempo. Parecía que los vietnamitas iban a ser dueños de su propio futuro tras un siglo de dominación extranjera. Sin embargo, el interés de los Estados Unidos en frenar la expansión del comunismo hará que la paz sea efímera en estos países de la antigua Indochina. De hecho, la intromisión estadounidense en la política de Vietnam del Sur imposibilitará aquella llamada a las urnas que los franceses prometieron en Ginebra para reunificar Vietnam en un solo estado. Los vietnamitas no sabían que la independencia que habían conseguido solamente lo era “a medias”.
Artículo redactado por Juan Pedro Fernández
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